miércoles, 31 de diciembre de 2014

Visiten los parques nacionales de la región sur: Parque Nacional Jaragua (parte 2)

En esta parte, continuamos con la segunda parte de la promoción.

Parque Nacional Jaragua



Doce tipos de asociaciones vegetales terrestres han sido descritas para el Parque.  A grandes rasgos, se destaca una gran cantidad de plantas adaptadas a la alta radiación solar y escasa precipitación.  Hay muchas especies únicas de Jaragua, destacándose la canelilla de Jaragua (Pimenta haitensis, planta aromática y medicinal de distribución casi restringida al Parque), el guanito de Cabo Rojo (Coccothrinax ekmanii), la palma cacheo de Oviedo (Pseudophoenix ekmanii) y el melón espinoso de Pedernales (Melocactus intortus var. pedernalensis)

Entre sus ecosistemas marinos se encuentran las zonas más extensas y mejor conservadas de praderas de hierbas marinas de la región, las cuales sirven a su vez de soporte a especies animales amenazadas y/o de valor pesquero, como el lambí (Strombus gigas) y la langosta espinosa (Panulirus argus). 
 


Incluye numerosas especies de alto valor económico, de valor pesquero, así como especies en peligro crítico (según la Lista Roja de la UICN). 

En cuanto a reptiles, Jaragua posee una fauna muy diversa; entre los representantes más llamativos están las dos especies endémicas de iguanas de las rocas: la iguana rinoceronte (Cyclura cornuta) y la altamente amenazada iguana de Ricord (Cyclura ricordi), endémica de la zona.  Es el Parque además el único sitio de La Española donde se encuentran presentes todas las especies de algunos géneros de reptiles (de ranos Ameiva, y de culebras Uromacer, entre otros). Se encuentran también  especies endémicas con distribución geográfica muy restringida (Anolis altavelensis, Sphaerodactylus ariasae).  En las playas del parque salen a desovar tortugas marinas, principalmente el carey (Eretmochelys imbricata) y el tinglar (Dermochelys coriacea).  Los careyes juveniles también se encuentran en altas densidades en las  zonas de arrecife coral del parque, así como los de tortuga verde (Chelonia mydas).  El Parque es además hábitat importante para la jicotea o tortuga sureña de La Española (Trachemys decorata), endémica y críticamente amenazada.

Además, Jaragua es hábitat de numerosas especies de aves nativas, endémicas, y migratorias.  Se han reportado unas 130 especies de aves para el Parque Jaragua, de las cuales 76 son residentes nativas, 10 endémicas y 47 migratorias. En el Parque también se encuentran las mayores poblaciones de la isla de paloma coronita (Patagioenas leucocephala), y posiblemente de todo el Caribe insular, las cuales anidan allí en enormes bancos. Asimismo, posee las poblaciones más importantes de la paloma ceniza (Columba inornata), especie antillana amenazada. En sus islas y cayos adyacentes anida la colonia de la gaviota oscura (Sterna fuscata) mas grande históricamente conocida de la región del Caribe. 
 

El Parque actúa como reserva a importantes poblaciones relicto de dos especies endémicas y amenazadas de mamíferos: el solenodonte (Solenodon paradoxus), y la jutía (Plagiodontia aedium),  así como de 11 especies de murciélagos. El manatí antillano (Trichechus manatus manatus), en peligro de extinción, habita y se alimenta en los extensos pastos marinos del Parque.  Los delfines pico de botella (Tursiops truncatus) son frecuentemente avistados cerca de la isla Alto Velo. 
 

La fauna de invertebrados está todavía relativamente poco estudiada, pero recientemente se han descrito especies nuevas para la ciencia en numerosos taxa.



El Parque Nacional Jaragua es rico en yacimientos arqueológicos de la época pre-hispánica. El más antiguo de estos sitios conocidos data del 2,590 A.C. y corresponde a asentamientos indígenas avanzados. La máxima expresión de esta cultura indígena se encuentra en los Taínos, habitantes de característica agroforestal, dominantes a la llegada de Cristóbal Colón.


Los taínos establecieron cierta división territorial, dividida en cacicazgos, como el cacicazgo de Xaraguá en la región suroeste, origen de la denominación de Jaragua dada al área protegida. Dentro del parque existe un número de cavernas como El Guanal, la Cueva La Poza y la Cueva Mongó, que contienen en su interior pictografías, petroglifos y artefactos de esta época.


Laguna de Oviedo

Se encuentra en el límite noreste del Parque Nacional Jaragua.  Mide  28 km2 de superficie.  En sus aguas altamente salinas confluyen varias fuentes de agua dulce, encontrándose asociadas a ella extensos manglares y numerosas aves acuáticas. Entre sus peces se encuentran especies hasta ahora sólo conocidas de esta laguna, como lo es el Cyprinodon nicholsi, el mayor de todas las especies conocidas de este interesante grupo de peces. Entre las aves acuáticas, se destacan sus colonias de flamencos (Phaenicopterus ruber) y cucharetas (Ajaia ajaia).  Otras aves comunes son la garza real, la garza azul, y numerosas gaviotas y playeros.  Muchas de estas aves anidan en los cayos de la laguna o en otras zonas del parque Jaragua.  También la paloma coronita a menudo establece sus bancos de anidación en manglares y caños aledaños a la laguna. 



Bahía de las Aguilas es una playa de unos 4 km de longitud ubicada en la costa oeste del Parque.  Es sin lugar a dudas una de las playas más hermosas no sólo del país, sino del mundo. Está formada por finas arenas blancas provenientes de los hermosos arrecifes de coral que se encuentran cerca de la costa.  Esta playa anida la tortuga tinglar (Dermochelys coriacea) y carey (Eretmochelys imbricata).  Tambien, en la zona arenosa que esta en la base del farallón rocoso mas cercano a la playa, anidan en grandes concentraciones las iguanas rinoceronte (Cyclura cornuta) de toda la zona.  


En años recientes el desarrollo turístico de Bahía ha sido una gran fuente de debate en la sociedad dominicana, ocupando amplios espacios en los medios de comunicación. Debido a la proximidad de los arrecifes a la costa, cualquier contaminación terrestre cercana podría degradarlos rápidamente.  Por esto, el Grupo Jaragua piensa que el modelo de desarrollo compatible con Bahía debe ser sumamente respetuoso del medio ambiente.  Ver: Cinco argumentos para el desarrollo sostenible de Bahia 
 



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